El final de "Soy gitano" fue, puede decirse, una fórmula compuesta de mucho amor y cero hechizo. Sorprendentemente, y a pesar de que la tira se caracterizó por tener a la audiencia pendiente de mil y un embrujos, hizo su último truco el viernes último y reservó para el capítulo final del lunes una despedida sin magia.
El gran conflicto pendiente de resolución involucraba el amor de Isabel (Romina Gaetani) y Amador (Osvaldo Laport). Todo se resolvió sin talismán y dándole a Lázaro (Arnaldo André) la posibilidad de resarcirse de su extrema y dañina rigidez -aun perteneciendo al bando de "los buenos" con sus leyes y mano dura hizo sufrir a la mitad de los personajes de la tira- y convertirse en el héroe de la noche.
Ya que el Príncipe quiso entrar a matar a Amador, desarmado en su celda y recluido de la visión de cualquier ser humano, Lázaro arregló todo para que el carcelero -gracias a una movida anterior había logrado introducir a alguien de su confianza- dejase entrar en la celda al muchacho y quedase atrapado para siempre -golpe en la cabeza mediante y casi como en el clásico "El hombre de la máscara de hierro", de Alejandro Dumas- en el lugar de Amador.
De modo de que así se generó el último final feliz: con Lázaro llevando a su hermano Amador al encuentro de su hija Isabel (sí, claro, Amador e Isabel son tía y sobrina, pero ésa es una larga historia).
Y a partir de allí siguió un final feliz tras otro. Diez años después...
Jano (Antonio Grimau) salió de la cárcel y fue a buscarlo Amparo (Luisina Brando), junto al matrimonio feliz de Angel (Juan Palomino) y Vanina (Eugenia Guerty). Angel se ha recibido de abogado.
Alba (Betiana Blum), que se ha hecho millonaria con sus chocolates marca Albaviva, está a punto de casarse una vez más, pero con un muchacho de... ¡28 años!
El Niño (Joaquín Furriel) y Maite (Malena Solda) siguen felices en su matrimonio y tienen una hija, Esmeralda, y otro en camino.
Mora (Julieta Díaz) es dueña de un tablao y cría con felicidad a su hijo -y de Josemi- Miguel.
Isabel (Romina Gaetani) y Amador (Osvaldo Laport) viven felices, supuestamente en algún lugar de Córdoba, y tienen, por lo menos, cinco hijos.
Sandro hizo un recitado final resumiendo la historia de la novela a través de lo que alguna vez le dijo una gitana acerca de qué sucedería con su descendencia, los Heredia.
Así fue, entonces, el final feliz. Sólo que... Lázaro (Arnaldo André) se ha quedado solo pero feliz, en compañía de su familia integrada por el Niño, Maite, Mora, Miguel, los niños... Y de repente, a un costado, ve que Miguel, el hijo de Mora y Josemi, le regala una rosa a Esmeralda, la hija del Niño y Maite. O sea, una escenita entre primos... ¿es que la historia puede volver a comenzar?
Romina y Osvaldo, durante la grabación del último capítulo:
Isa vive con Amador, es ama de casa y... tiende la ropa.
Foto:Gentileza Canal 13
Fuente: LA NACION Espectáculos
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