jueves, 14 de enero de 2016

El Cofre de Los Deseos, la joya de Amador

Seguramente dentro de la novela vimos muchas cosas que nos llamaron la atención, entre ellas las joyas que usaban los protagonistas, característica marca de los Gitanos. Y es que no todas servían sólo para complementar el look sino que, algunas tenían un uso específico.. (el talismán de Concepción por ejemplo, que ya todos conocemos su importancia) , la cruz que El Niño siempre llevaba consigo (misma que un día supo ayudar a Concepción) y el crucifijo de Josemi, que luego de su muerte se volvió un símbolo sagrado, con el cual en 2 ocasiones el sentir del fallecido Heredia se le manifestó a Mora y Amador cuando éstos le pidieron que les enviara una señal sobre cómo seguir con situaciones límites de la vida que ambos enfrentaban.


Las únicas que no tenían significados místicos si no que, formaban parte de la tradición fueron: el anillo que debía llevar aquel jefe de familia que fuera elegido como Jefe de La Comunidad (lo usaron Jano, Jordán, Lázaro finalizando con Don Tali) y la cruz de la deshonra, una joya para nada brillante que le otorgaron a Mora como penitencia cuando Josemi anuló su matrimonio con ella y la repudió públicamente.


Bien, ahora sí volviendo a lo inconscientemente mágico, hago mención de una joya que tuvo mucho protagonismo pero en la historia curiosamente no se le otorgó significado ni poderes.. cosa que en la vida real (dice la leyenda) sí cuenta con estos dones.. me refiero al relicario de Amador, aquel pequeño baúl cilíndrico de oro que llevaba siempre y en una ocasión guardaría dentro de él Lágrimas de Éter. Más allá de ser un elemento que lo caracterizaba, el mismo se trata nada menos que de ''El Cofre de Los Deseos'' una joya que tiene un origen religioso y a la vez fantástico.


Investigando por la web, tratando de encontrar su nombre para así un día comprarlo.. me topé con la historia y el porqué de su alias, algo que me sorprendió ya que no imaginaba que fuera algo más que una simple joya.. aquí les dejo la misma:

Cuenta una leyenda tibetana datada en el primer reinado de la Dinastía de los 30 Reyes, cuando el rey o gran señor Nyakhi Tsampo gobernaba el Tíbet, que un joven monje de la antigua religión Bön reveló el modo de hacer realidad un deseo…y tras meditar sobre una de las bases chamánicas de su religión –aquella que proclama que un deseo puede hacerse realidad siempre que compartas un secreto y que lo desees de corazón- creó el cofre de los deseos.
…al joven monje, instruido en las doctrinas Bön, se le ocurrió realizar un artefacto de plata (metal mágico para los antiguos tibetanos y para otras civilizaciones ancestrales) de forma cilíndrica, alargado, con un tapón enroscado en la parte superior y con una anilla que permitiera su uso como colgante, para así poder llevarlo siempre cerca del corazón. Escribió en un pequeño pergamino un deseo, un único deseo que deseaba sinceramente, y, en su revés, escribió un secreto que únicamente él conocía; lo introdujo dentro de su colgante, al que llamó cofre de los deseos, y fue a contarle su creación al monje superior de su monasterio, en Wangbur…
…el monje superior se mofó, pero cuenta la leyenda que el joven Bön realmente demostró que su deseo se cumplió, ya que lo que había escrito en el cofre era su deseo de llegar a ser algún día el monje superior del monasterio de Wangbur, y así fue.
Tal vez, la perseverancia, o llevarlo colgado de su cuello para no olvidarse de su deseo, o quién sabe si la magia mística o  la mera casualidad le llevó a ver cumplido su deseo…
…continúa la leyenda contando que el joven monje, siendo ya monje superior, volvió a hacer uso del cofre de los deseos. La causa fue que el gobernador de la zona de Wangbur no veía con buenos ojos a los monjes de tradición Bön y empezó a coartar sus libertades y a imponerles severos castigos. Nuestro monje deseó que el gobernador desapareciera; no ha llegado hasta nuestra época cómo aconteció, pero lo cierto es que, en una cacería, así ocurrió. La historia corrió como la pólvora por todo el Tíbet; cuando llegó a oídos del rey, éste mandó apresar al monje, pero el monje se desvaneció sin dejar rastro alguno y no sin antes divulgar sus conocimientos sobre el cofre de los deseos entre todos los monjes del monasterio, información que rápidamente se extendió en el Tíbet por todos los monasterios de tradición Bön. Nunca se supo dónde se escondió el monje, pero cuenta la leyenda que el último deseo que escribió en su colgante cofre de los deseos fue poder ver la luna lo más cerca posible…
La religión Bön tiene raíces muy antiguas y es de tradición chamánica y animista, esa que  considera a los objetos y elementos de la naturaleza como poseedores de alma
Al introducir un secreto que sólo el poseedor del cofre conoce, se dice que se dota de alma propia al colgante, y se asegura que el objeto queda  ligado a la persona que ha  escrito el secreto.
El deseo, debe ser único y de corazón y al permanecer siempre junto a quien lo ha escrito, se acentúa la capacidad, de que se pueda cumplir. Este “poder” espiritual se realzaría al llevar el cofre cerca del corazón….. al fin y al cabo… como suele decirse por ahi : “creer no es solo cuestión de fe”….
El cofre de los deseos es un colgante elaborado en plata de ley, cilíndrico y con una tapa. La leyenda dice que debe introducirse un papelito en su interior. En una cara del papelito se escribe un solo deseo…. es importante que solo sea uno porque así la fuerza mágica se centra solo en ese deseo. Tiene que ser algo que se desee de verdad, con todo el corazón  y, al escribirlo, hay que hacerlo con sencillez, claridad y lo mas concreto posible.
El secreto no puede ser conocido por nadie….. nadie puede leer lo que se escribe en el cofre de los deseos.

Como podrán ver, luego de leerla no sólo me encantó sino que como dije antes, me llamó la atención que a este relicario no se le diera una importancia mística en la historia.. hubiera estado muy acertado más basándose en estos hechos que se creen, fueron verídicos.. le habrían dado ese toque bien especial


y realista pero tal vez a la producción se les pasó y desconocían el origen de aquel ''accesorio'' ...o quizá no y decidieron dejarlo como una joya mas. No lo sabemos pero lo lindo aquí es haber conocido un poco más sobre este curioso amuleto que pasó desapercibido en la novela y, que ahora adquiere una razón mas para querer tenerlo.
Escribiendo sobre este maravilloso Cofre de Los Deseos se me vino a la mente ''el tarro de la esencia'' (canción de la Susy que sonara en la ficción) y vaya, que bien acompaña estas líneas!  


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